s谩bado

Iu-iu-iu

脡rase una vez una peque帽a mariposa de colores que naci贸 m谩s tarde que todas sus hermanas. Cuando quiso echar a volar, el sol abrasaba ya los campos, y solo se o铆a cri-cr铆 de las chicharras.
Se sinti贸 sola y abandonada y sali贸 en busca de su familia. Lentamente, levant贸 el vuelo y comenz贸 a gritar: "iu-iu-iu", que es el grito que utilizan las mariposas para llamarse entre ellas. 
Mientras volaba, los fuertes rayos de sol calentaron poco a poco sus alas hasta secar el polvo que le permit铆a volar, e incluso consiguieron traspasarlas. La mariposa cay贸 al suelo y se qued贸 con las alas rotas, sin aliento ni fuerzas para reemprender el vuelo.
Pas贸 por all铆 una cig眉e帽a que iba camino de su nido, al ver a la mariposa le pregunt贸:
- ¿Qu茅 te ha pasado, peque帽a mariposa?
- Iu-iu-iu - respondi贸 la mariposa.
La cig眉e帽a, al ver que la mariposa no pod铆a volar, la cogi贸 suavemente con su largo pico y la llev贸 a su nido, donde estuvo cur谩ndola d铆a y noche hasta conseguir que se recuperase. La mariposa le agradeci贸 sus cuidados, y decidi贸 reemprender el vuelo para intentar encontrar a su familia antes de que fuese demasiado tarde.
- Iu-iu-iu - se despidi贸 la mariposa.
De repente, el cielo se cubri贸 de negras nubes que se mov铆an a gran velocidad:
"¡brooom, broom!". Era una tormenta de verano que ven铆a a resfrescar a los sedientos campos.
Empezaron a caer gotas, gordas como pu帽os, cada vez m谩s gordas. Cuando la mariposa sobrevolaba una laguna, una gran tromba de agua le hizo caer.
Una de las ranas que all铆 viv铆a observ贸 su ca铆da y corri贸 en ayuda de la peque帽a mariposa. Se acerc贸 a ella y la coloc贸 sobre sus espaldas para llevarla a la orilla. Prepar贸 un refugio de hojas y ramas que la protegiesen.
- Iu-iu-iu - repet铆a sin aliento ni fuerzas la mariposa.
Cuando termin贸 la tormenta, la mariposa y la rana se despidieron:
- Croac, croac. ¡Buen viaje, mariposa!
- Iu-iu-iu. Te agradezco tus cuidados, rana de la laguna.
Otra vez en camino, otra vez con fuerzas para repetir sin cesar su llamada: "Iu-iu-iu".
De pronto, la mariposa oy贸 c贸mo alguien, a lo lejos, repet铆a su llamada, y empez贸 a volar m谩s y m谩s r谩pido. No sab铆a que en ese momento volaba entre las monta帽as del Se帽or Eco y que este se dedicaba a repetir y repetir todos los sonidos que escuchaba.
Cuando ya no pod铆a m谩s, la mariposa divis贸 a lo lejos una mancha de muchos colores. Se fue acercando a ella a la vez que se preguntaba:
- Iu-iu-iu. ¿Qu茅 ven mis ojos?
Era un prado lleno de margaritas, amapolas y peque帽as florecillas de muchos colores...
La mariposa se sinti贸 feliz y comenz贸 a saltar de flor en flor. Se hizo de noche, y en su silencio oy贸 un sonido que le resultaba conocido:
- Iu-iu-iu - cre铆a escuchar la mariposa.
Levant贸 una y otra vez las antenas, movi贸 las alas, salt贸 de flor en flor hasta descubrir, debajo del p茅talo de un girasol, a un animal muy parecido a ella.
Comenz贸 un baile de reconocimiento.
- Iu-iu-iu... - dec铆a ella.
- Iu-iu-iu... - contestaba 茅l. 
Pas贸 la noche y, al salir el sol, se les vio volar juntos, en direcci贸n a la tierra de las mariposas, repitiendo el grito que conoc铆an tan bien: Iu-iu-iu.

4 comentarios:

  1. Historia de ensue帽o para ni帽os, adolescentes y para ti; padre y abuelo, para que tengas material para leer a tus hijos y nietos.

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  2. No es de mis preferidas, me gusto otras que en este blog existen, pero no esta mal

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  3. Cecilia Gonzalez13 septiembre

    Muy bonita la historia, le ha gustado a mi nieta. Ya le铆mos todos los cuentos. Gracias por compartir

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  4. Nos ha gustado la historia. A nuestros hijos, Pablo, Gonzalo y Beatriz les gusta mucho los cuentos infantiles.

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